Esperada revancha de la final que definió a la primera campeona de la división femenina de NXT entre Emma y la vencedora de la contienda y aún vigente campeona para entonces Paige. Ambas gozaban de muy buena popularidad en la marca, aunque claro está, la sintonía de la británica con la fanaticada era bastante mayor. Me da un poco de pena revisar estas peleas antiguas cuando las protagonistas de la lucha son dos talentosas atletas que por diversas razones sus carreras no llegaron donde, creo, deberían haber llegado. La que más duele, claro está, es el devenir que tuvo Paige en el wrestling profesional, porque pasó de ser la elegida de la mayor revolución de su género en la historia del deporte, a una irrelevancia absoluta, sin jamás haber podido concretar siquiera una mínima parte de la tarea. Y más pena da, cuando caigo en cuenta que, al momento de escribir estas palabras, la nacida en Norwish apenas tiene 31 años.
La batalla comienza con rivales que se conocen y se anulan sus movidas respectivas constantemente. El odio entre ambas se refleja en los golpes contundentes, sin mucha técnica, pero con rudeza que abundan en la lucha. La ventaja poco a poco recae en la campeona quien domina a su rival con estrangulaciones y patadas en el esquinero. Emma intenta tener algo de ventaja estrellando a Paige de cara contra el suelo, la portadora del oro máximo responde con sucesivos rodillazos al pecho mientras la contendiente al título está entre las cuerdas, por suerte para las aspiraciones de esta última, logra sorprender a su rival haciéndola caer fuertemente en el filo del ring. Ambas están visiblemente cansadas, pero ahora es Emma quien toma la delantera encerrando a Paige en la tarántula y luego dándole un codazo en el esquinero.
La segunda mitad de la lucha comienza con un dominio total de la retadora, quien le castiga la espalda a la campeona en una larga sumisión. Desesperada al ver que Paige no se rinde, Emma recurre a golpes violentos, pero tampoco funciona. La británica empareja la situación a base de puñetazos, luego sube a la australiana sobre la tercera cuerda intentando buscar un superplex, sin embargo, la movida es revertida y convertida en un powerbomb. La de pelo rubio busca la cuenta, pero esta no llega a tres, acto seguido conecta una tremenda patada a la cara de Paige, pero nuevamente la de pelo negro rompe el conteo. Paige realiza entonces su comeback que culmina con la paige turner, pero la contendiente se resiste. La campeona pone fin a la batalla adaptando una de las movidas míticas de la grandiosa Bull Nakana, encerrando a su oponente en la PTO para sorpresa de los comentaristas y algarabía de las gradas.
Palabras Finales
Correcta presentación de las primeras dos caras de la división femenina de NXT, que a mi parecer no supera al primer encuentro entre ambas por el título, pero tampoco se queda tan atrás. Es una lucha en términos generales bastante igualada, aunque con un pequeño desbalance en favor de Paige que se vio al finalizar la lucha muy reforzada como campeona. Para mi gusto personal, la lucha es bastante básica, no hay movimientos de mayor complejidad o riesgo, pero tampoco, siendo justos, existen errores en las secuencias de la pelea. Bien por ambas, pero es lamentable pensar que la primera monarca de la marca amarilla de la WWE jamás volvería a dar combates de este nivel: es una pena que lo que debió ser el piso de su carrera acabó por ser su techo.
nivel
6.5
