NXT da un gran paso en su consolidación como tercera marca al realizar su primer PPV fuera de Florida, y el público responde de manera espectacular al llenar el Barclays Center con mas de 15.000 espectadores. Sasha Banks y Bayley tenían la difícil tarea de llevar todo el buen wrestling que durante más de un año venían exhibiendo en un pequeño recinto hasta un escenario de proporciones mucho mayores y, por tanto, debían dar algo especial. Y vaya que lo entregaron. Aquella noche de agosto en Brooklyn los astros se alinearon, permitiendo por primera vez en la historia de WWE dar un combate de este nivel entre mujeres con el tiempo (más de 18 minutos de duración) y en forma (sin interrupciones, intervenciones o finales estúpidos, solo dos atletas de alto nivel mostrando lo mejor de sí) que corresponde. Al fin, se comenzaba hacer justicia.
El ambiente nada más empezar el combate es tremendo, llega a ser emocionante incluso hoy, y creo que eso se refleja en la mirada de las dos protagonistas de la velada, ya que no pueden evitar traslucir lo emocionada que están, sobre todo Bayley, que en su rol de face tiene mucho más margen para demostrar sus sentimientos. El combate inicia de apoco, con una Bayley dominante, bastante más agresiva que de costumbre. Esta es la noche de la mujer de los abrazos, quiere denostar desde un inicio que merece el oro máximo y está dispuesta a ser un poco más ruda si es necesario para conseguirlo; no duda en abalanzarse sobre Sasha Banks, dañarla en el esquinero e incluso atacarla fuera del ring con las dropkick entre las cuerdas y la lona.
Recién terminado el primer cuarto del combate la campeona logra tomar el control de la batalla, tirando a la retadora desde el esquinero hasta fuera de ring, en una caída bastante espectacular. Sasha aprovecha su tiempo de dominio para, como de costumbre, burlarse de su rival y comenzar a dañarle la espalda en busca de su movida final. Luego estrella la cara de Bayley contra el esquinero, y en el mismo lugar conecta su clásico doble rodillazo. La retadora está muy disminuida, la campeona la humilla menospreciándola con gritos, el público se encabrona, y Bayley también, que intenta una recuperación puramente impetuosa llena de espíritu de lucha, pero The Boss apacigua la situación comenzando a dañar el brazo y muñeca de la técnica: la golpea contra la escalera metálica y la patea en el suelo. El drama aumenta, el público abuchea, parece ser que no será la noche de los abrazos.
En la medianía del combate, la campeona ejecuta un tope con hilo que enloquece al público, que no puede evitar reconocer lo genial del movimiento. Sin embargo, al fin Bayley tiene algo de respiro cundo logra interrumpir la japanese arm drag haciendo caer aparatosamente a Sasha fuera del ring. En medio del cuadrilátero, la retadora recibe el cariño del público, esta se levanta para intercambiar golpes con su rival, es evidente el dolor en su muñeca, pero no importa, el estadio la ovaciona, poco a poco se llena del poder estéreo que solo algunos pocos wrestlers conocen: el amor del respetable. Bayley está en llamas, lanza a Sasha al esquinero, la castiga con sus clásicas movidas y luego le regala un suplex que se ve brutal. Pero la campeona la sorprende castigando su ya dañada muñeca, a continuación, cae en el bank statement. La cuerda está lejos, en las graderías las personas se ponen de pie, se agarran la cabeza, la retadora al cinturón se arrastra, pero cuando está a punto de tocar con sus manos el borde del ring Sasha le da despiadadas múltiples patadas en la muñeca, este es uno de los grandes momentos de la contienda, además, para mayor desgracia de la parcialidad que quiere ver a una nueva monarca, la morena de california logra dar un giro que aleja a su presa considerablemente de las cuerdas. Ya está, es todo, no hay escapatoria para Bayley.
Bayley aferrándose a su instinto, inesperadamente revierte la situación; ahora es ella quien aplica el bank statement en un robo de finisher memorable. Luego de unos momentos la campeona toca la cuerda. Gran y emocionante salvada. Pero en esta batalla no hay tiempo de respiro, porque segundos más adelante, la luchadora técnica conecta el bayley to belly, pero la ruda logra salir de la cuenta en, este sí que sí, una salvada digna de infarto. Bayley falla en ejecutar primero el bayley to belly y segundo la hurracarrana, ambas desde la tercera cuerda, lo que aprovecha Sasha Banks para caerle desde las alturas con sus rodillas. Esta vez es la retadora la que se escabulle de la cuenta de tres. Ambas se dirigen al otro extremo del ring, sobre el esquinero se toman un tiempo para preparar el sopt final, el estadio está en silencio, lleno de expectación, se huele que esta será la ultima movida del encuentro. De pronto, de forma sorpresiva Bayley ejecuta la bayleycanrana (que es como una hurracarrana invertida desde la tercera cuerda). Sasha cae mal, el impacto se ve brutal y legítimo, y solo para el algarabío de las tribunas que estallan extasiadas en sus asientos, la retadora pone punto final a la lucha con la segunda y definitiva bayley to belly de la noche.
Conclusiones
Hermoso combate de principio a fin. No me canso de verlo, y me siento un afortunado de poder haberlo visto en vivo hace ya varios años. Un clásico instantáneo, sin lugar a duda el mejor combate femenino de la historia de la WWE y posiblemente de cualquier otra empresa “grande” de wrestling norteamericano, al menos hasta la fecha obviamente. La historia que se quiso contar fue maravillosamente expuesta; la noche en que aquella niña, la mas buena de todas, convertida en una atleta de elite tocó el cielo por primera vez, y lo mejor que es ante una ruda de nivel mundial como lo es Sasha Banks. Que puedo decir, esto es un combatazo que por mí que durara 10 minutos más, pero bueno, todo debe terminar, y eso terminó muy bien.
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